Sin duda nuestra favorita, a solo 30 minutos de Berlín y con trenes directos se ubica esta maravilla histórica.
Ya te hemos contado mucha historia sobre Potsdam, es una ciudad que no deja de sorprender y que, de todas maneras, es un indispensable estando en Berlín. La ciudad tiene muy ganados sus apelativos y es increíble la cantidad de eventos históricos que allí han sucedido y, que para muchos lleva a catalogarla como una “co-capital” de Alemania, en conjunto a Berlín. Además, es un lugar con un excelente estándar de calidad de vida (por su menor densidad poblacional, sus áreas verdes que conforman 800 hectáreas de parques dentro de la ciudad, propia universidad, colegios, centros médicos, su cercanía a Berlín y, el transporte directo cada 10 minutos a la capital alemana), por lo que habitualmente está punteando en este tipo de estudios a nivel nacional.
Potsdam, es muy conocida por sus jardines y palacios, que fueron catalogados a partir de 1991 como Patrimonio Mundial de la UNESCO, de hecho en la ciudad o su periferia, existen cerca de 30 palacios o palacetes que hacen que la ciudad -muy merecidamente- reciba el apelativo de “Versalles del Norte”.
Además varias películas de talla mundial han sido rodadas en esta ciudad, en los estudios de cine Babelsberg, de allí que también la ciudad reciba el apelativo de “Hollywood de Europa”, ya que estos estudios son los más antiguos del mundo y hoy por hoy los más grandes de Europa y, por último, esta icónica ciudad tuvo un rol muy especial en época de la Guerra Fría y, en especial en los hechos ocurridos en el Puente Glieniecker, de allí también la denominación de “Ciudad de los Espías”, por la cantidad de veces que se intercambiaron agentes (y entre ellos espías) de Estados Unidos y la Unión Soviética… por supuesto, si te suena de alguna parte la película “El puente de los espías” del famosísimo y reputadísimo Steven Spielberg (haciendo dupla con un tal Tom Hanks), vas bien encaminado, porque justamente esta película cuenta el primero de todos los intercambios realizados en este “puentes de los espías”, al igual que la novela de Le Carré “El espía que surgió del frío”.
Si aún con todo lo mencionado, no te convences, la ciudad es una caja de pandora en cuanto a eventos históricos, por ejemplo aquí: en el siglo XVII se promulgó el “Edicto de Libertad Religiosa” luego de estas guerras y, a partir de ese momento, la historia de tolerancia con la que caracterizamos Alemania (*que debemos soslayar, en época nazi y soviética, se dejó de lado). También de podríamos hablar del “Día de Potsdam”: infamemente Adolf Hitler asumió (propagandísticamente) como Canciller Alemán en la extinta Iglesia de la Guarnición en el centro de la ciudad el 21 de marzo de 1933, que para ese momento era la cripta de los reyes prusianos y del Rey Federico II en particular, la figura histórica más admirada por Adolf Hitler.
Por último, probablemente uno de los hechos más trascendentales del siglo XX sucedió aquí entre el 17 de julio y el 3 de agosto de 1945, cuando se llevó a cabo la última reunión de los aliados con la Unión Soviética que puso fin a la II Guerra Mundial con Stalin, Truman (primera aparición pública) y Churchill (última aparición pública, por su parte) dividiendo Alemania en zonas de ocupación militar, también iniciando el famoso proceso de las 4D (desmilitarización, desnazificación, democratización y desmercantilización) y, marcando el anuncio del control atómico de Estados Unidos en el exitoso experimento Trinity del Proyecto Atómico -ultrasecreto Manhattan liderado por Oppenheimer. La conferencia es también icónica, porque Vietnam y Corea serían divididos y lo mismo con las zonas de influencia en el mundo para Estados Unidos y la Unión Soviética, por lo que desde cualquier punto de vista marca el inicio (formal) de la denominada “Guerra fría”.
Con todo lo dicho, es claro que al menos tienes que destinar un día completo para visitar esta ciudad, uno de nuestros destinos imperdibles en Alemania. Reserva aquí nuestra excursión en español desde Berlin a Potsdam.
Otro lugar indudablemente obligatorio de visitar si estás en Berlín, es el antiguo campo de concentración de Sachsenhausen que funcionó en época nazi desde 1936 a 1945.
El Campo de concentración de Sachsenhausen fue un campo que desarrolló un papel protagónico dentro de los demás campos creados y construidos por la Alemania nazi, ya que fue un modelo arquitectónico en cuanto a su diseño, ya que a partir de un central triángulo isósceles, al que ingresaban los prisioneros por la Torre de Vigilancia A, se observaba panorámicamente los barracones en los que dormían los prisioneros por la disposición de éstos al interior del mismo triángulo.
Esta estructura de construcción fue especialmente pensada y encargada por Heinrich Himmler a Bernhard Kuiper, un triángulo panóptico para someter a los prisioneros al terror constante de la vigilancia, algo que el mismo historiador y filósofo Michel Foucault ha estudiado en sus mecanismos de vigilancia al inducir en los detenidos o retenidos un estado consciente y permanente de visibilidad que garantiza el funcionamiento automático del poder, sin que, por ejemplo, ese poder se esté ejerciendo de manera efectiva en cada momento, puesto que el prisionero no puede saber cuándo se le vigila y cuándo no.
Grupos de visitantes de Alemania y del extranjero eran guiados por el campo de concentración, situado no lejos de la “capital del Reich: Berlín” -inclusive varias veces por semana- y, entre ellos había no sólo representantes de países aliados o amigos y de organizaciones nazis, sino también de empresas alemanas que utilizarían posteriormente la mano de obra de estos sitios en la fabricación de armas de guerras, e incluso representantes de países neutrales y periodistas críticos o intervenciones sanitarias de la Cruz Roja.
Así, por ejemplo, el campo de concentración de Sachsenhausen fue visitado a finales de agosto de 1940 por una delegación policial española encabezada por el conde José de Mayalde, que ocupó el cargo de embajador de España en Berlín entre 1941 y 1942 y, este hecho debió de ser un acontecimiento importante para las SS (las fuerzas paramilitares de protección en la época nazi y que ejercían el control, vigilancia y custodia de los campos de concentración), ya que el jefe de las SS Heinrich Himmler guio personalmente a los invitados por el campo demostrando cómo trataba el «Tercer Reich» a sus oponentes -pero muy sínicamente- y, al mismo tiempo, transmitiendo la ilusión de un trato «duro, pero justo» a los prisioneros.
También por su cercanía a Berlín (sede del “Reich Nazi” y de la Gestapo), a solo 35 kilómetros, es que se transformó en un campo de entrenamiento de un gran número de soldados de las SS (de los tres principales que tenía Alemania para ese momento) que van a servir en la administración y vigilancia de los propios campos de concentración o como soldados de campos en labores relacionadas con la guerra. Pero, principalmente a partir de 1938, cuando la IKL (Oficina de Inspección de Campos de Concentración, por sus siglas en alemán) se trasladó aquí, es cuando este campo va a adquirir un rol central en la toma de decisiones del funcionamiento del programa, ya que los casi 1.200 centros que podemos clasificar como campos de concentración van a tener que reportar a Sachsenhausen y acatar las decisiones emitidas desde este punto.
En este sentido, para nosotros resulta una visita obligada este memorial y museo actual de Sachsenhausen, ya que como hemos señalado previamente en otros de nuestros artículos, la historia de este sitio nos invita a reflexionar de los inhumanos hechos acaecidos aquí durante 15 años y, esto como una obligación moral y ética para recordar a las víctimas y dar una mirada al futuro sobre los hechos que no pueden volver a ocurrir, es una responsabilidad social que no solo tiene Alemania (como ejecutora y perpetradora), sino toda la sociedad de recordar adecuadamente a las víctimas. Y por su cercanía a Berlín, no tienes excusas. Puedes empreder el viaje por tu propia cuenta o con un guia autorizado.
Cambiamos absolutamente el tópico de nuestras recomendaciones para invitarte a visitar el bosque del Spree (nombre por el río que atraviesa esta zona y que da paso a la bifurcación de canales), una reserva de la biosfera declarada -al igual que Potsdam- patrimonio mundial por la UNESCO en el año 1991. Aunque este lugar no queda precisamente tan cerca como los dos anteriores, sí es completamente posible darse una escapada a este sitio que queda a 100 km al sureste de Berlín.
Son varias las ciudades que se encuentran dentro de esta zona, aunque las principales ciudades portuarias son Lübben y Lübbenau, desde estas dos podrás tomar barcazas y disfrutar durante el día de la navegación a través de los canales en que se disgrega el río Spree y el bosque que nace a partir de este río. Pero no solo se trata de naturaleza, ya que algo que te llamará mucho la atención es cómo las familias que viven allí te adentran a su cultura y tradiciones, ya que la población aledaña es muy orgullosa de sus raíces eslavas (específicamente del pueblo sorbio) y te muestra con orgullo sus tradiciones e, inclusive en las cercanías podemos reconocer un museo (que recrea su forma de vida) y una reconstrucción histórica del antiguo castillo sorbio, que hacía las veces de defensa de la zona.
En este sentido, quizás no es tan reconocido de manera general, pero las ciudades del noreste de lo que hoy llamamos a Alemania, tienen un origen eslavo, al igual que sucede en ciudades polacas o rusas en la actualidad. Estos asentamientos se van a originar a partir -principalmente- del siglo VIII y siglos más tarde -en lo que hoy es Alemania- serán conquistados estos asentamientos por pueblos germanos y transformados en ciudades independientes.
Si con todo lo anterior aún no te animas a dejar un día de tus vacaciones en Berlín para visitar el Spreewald, te comentamos que este panorama te ayuda a escapar de las visitas únicamente históricas, ya que en esta escapada puedes hacer rutas de kayak, de ciclismo, de running, de observación de aves, entre otras. Todo este lugar está completamente preparado para recibirte, ya que se ofrecen una serie de opciones de hoteles, casas de huéspedes, restaurantes y opciones de bienestar, por lo que no hay excusas para obviar este destino.
Por último, debes estar atento a nuestra oferta de la excursión al bosque del Spree, ya que uno de nuestros destinos elegidos del 2024 es el Spreewald y estaremos ofreciendo una serie de opciones para tours y visitas guiadas para este verano y así, ahorrarte toda la planificación para que disfrutes completamente tranquilo.
Una de nuestras ciudades preferidas en Alemania, es la ciudad icónica ciudad de “Lutherstadt Wittenberg”, su nombre completo hace referencia a una de las 16 ciudades donde Martín Lutero dejó su huella y obra residiendo o trabajando allí y, que a partir de 1993, lleva este nombre completo.
Esta ciudad está catalogada como patrimonio mundial de la UNESCO a partir de 1996 y es que aquí se dio la acción principal de la vida pública que hoy reconocemos de Lutero. Tal como nuestro compañero Maciej Wronecki nos comentó en su artículo sobre las 15 cosas de un monje que cambió el destino de Europa, Martín Lutero estuvo en diversas ciudades alemanas donde fue dejando huella, pero fue aquí en Wittenberg (en aquella época parte del Electorado de Sajonia) donde colgó sus famosas “95 Tesis” en la Puerta del Iglesia del Castillo o de Todos los Santos.
Este hecho en 1518 marca un antes y un después en la historia europea, a partir de este momento se producirán una serie de movimientos reformistas en lo que hoy es Suiza, Francia, Inglaterra, Suecia, Holanda, entre otros reinos; ello como crítica a la venta de indulgencias que realizaba la iglesia católica en ese momento para la construcción del Vaticano y que va a terminar produciendo la separación de todos estos reinos de la iglesia católica controlada desde Roma.
Luego de este hecho, Lutero se va a quedar en este ciudad junto a su esposa (Catalina de Bora), que para aquella época gracias a Federico III “El Sabio” de Sajonia (un hecho anecdótico es que paradójicamente este Elector siempre se mantuvo católico) va a ser una importante cuna del Humanismo y Escolástica y, aquí el propio Lutero va a traducir por primera vez al alemán la biblia (que para ese momento solo estaba disponible en latín).
Esta traducción de 1522 es un hecho trascendental en la historia alemana, ya que se considera la versión de Lutero (en conjunto a la contribución del humanista Philipp Melanchthon) el primer elemento unificador del pueblo alemán en un mismo idioma, ya que crea un patrón homogéneo o norma lingüística para el idioma alemán literario y culto y, Lutero no solo traduce sino que interpreta la biblia para que la sociedad entienda “lo vivido y hablado” en ella. Hay que recordar que para este momento la lengua alemana como tal no existía, era más bien una serie de lenguas germanas que se esparcían dentro del extinto Sacro Imperio Romano Germánico.
Por supuesto, todo esto debemos ligarlo y entenderlo también, en la enorme contribución que realizará por esos días la invención de Gutenberg, creando la imprenta que dará alcances inimaginables a la versión traducida de Lutero.
La ciudad en la actualidad nos intenta mostrar la historia de Lutero y de la Reforma, los lugares en los que el monje predicó, visitó y vivió. Pero también se intenta mostrar otros referentes como el ya mencionado Philipp Melanchthon o los artistas Lucas Cranach (padre e hijo, que realizaron el retrato más conocido de Lutero que te ponemos en este artículo, por ejemplo), referentes barrocos de la época.
Si solo la historia de esta ciudad no te llama a visitarla, seguramente lo tiene que hacer su arquitectura, es uno de los pocos cascos históricos que se conservan completamente originales de esta zona de Alemania: la historia oficial cuenta que al no ser un lugar estratégicamente relevante en cuanto a abastecimiento o militarmente importante durante la II Guerra Mundial en Alemania no fue bombardeada, pero también -¡y aquí viene lo interesante!- hay historias que señalan que los aliados respetaron la ciudad al ser la cuna del movimiento protestante, del cual ellos en definitiva son hijos.
Cual sea la alternativa, estás invitadísimo a conocer esta ciudad en una nuestra visitas guiadas en Wittenberg, en las que disponemos de los mejores expertos en el tema y que desarrollarán un plan adecuado y personal para ti. Además, para el año 2017 el caso histórico de la ciudad fue completamente reinaugurado, a propósito del aniversario de los 500 años del inicio de la reforma o de que Martin Lutero colgara en la Iglesia del Castillo las “95 Tesis”.
Ambas ciudades tienen una gran importancia histórica y cultural en la actual Alemania, y son destinos muy interesantes si deseas explorar la riquísima herencia artística y arquitectónica de lo que fue el antiguo Margraviato de Meissen y, que más tarde se convertiría en el Electorado de Sajonia y el mismísimo Reino de Sajonia.
Quizás es desconocido, pero el inicio de lo que en el siglo XIX será el Reino de Sajonia tuvo su origen en esta ciudad de cuentos de hadas (¡que es de todas maneras una de nuestras favoritas en Alemania!), ya que en 929 el rey Enrique I el “Pajarero” erigió una ciudadela en la colina situada en el centro de la ciudad actual de Meissen, donde previamente estuvo emplazado el castillo eslavo de Meisa.
Esta nueva fortaleza (llamada Albrechtsburg) fue el centro del Margraviato de Meißen o Meissen (*margraviato es la forma alemana en que puede traducirse lo que conocemos como marca o marquesado en castellano y, que igualmente cumple un rol militar defensivo) con la construcción de un castillo y una catedral donde funcionarían 3 monasterios (agustino, benedictino y franciscano) que se mantendría durante 5 siglos como el centro político del territorio.
Durante el siglo XIV la familia histórica Wettin -a la cabeza del margraviato- vio la extinción de las distintas líneas familiares, por lo que sus títulos se fusionaron en repetidas ocasiones y, eso llevó a que en 1423, el ducado de Sajonia-Wittenberg fue absorbido por el elector Federico el “Batallador” (un título de mayor rango dentro del Sacro Imperio) y, como consecuencia, el Margraviato de Meissen fue disuelto y transferido al Electorado de Sajonia y perdió su condición de principado independiente.
Finalmente, la partición de Leipzig en 1485 entre los hermanos Ernesto y Alberto condujo a la división en Sajonia Ernestina y Sajonia Albertina. Es a partir de este momento que la Sajonia Albertina va a ubicar su nueva capital simbólica en la ciudad de Dresde, que para ese momento también había abrazado las reformas protestantes de Lutero, convirtiéndose en un centro político a nivel europeo luego de las Guerras Religiosas que azotaron durante este siglo a la zona.
Otro de los mejores atractivos de esta ciudad, que seguimos repitiendo es ¡verdaderamente hermosa y para perderse entre sus callejuelas, es que a partir de 1710 fue elegida por Augusto II el “Fuerte” para ser el centro de la primera fábrica de porcelana europea. En esta época se vivía una completa fascinación por la porcelana asiática y este elector y rey polaco, se propuso el diseño de la primera fábrica a nivel europeo, rompiendo el monopolio asiático para ese momento, razón por la que todo su diseño y funcionamiento fue realizado con completo hermetismo y durante dos años se mantuvo inclusive totalmente secreta la ubicación del taller de la fábrica, de hecho, hasta el día de hoy -que sigue funcionando la fábrica en la misma ciudad- los secretos de sus colores y fórmulas, se mantienen bajo 7 llaves.
Entonces Dresde, a partir del siglo XV se vuelve una importante sede a nivel europeo al instalarse de lleno una de las más importantes familias al liderazgo de la zona, es considerada para muchos la ciudad más bonita de Alemania y, de lo que no cabe duda es su apelativo, de la “Florencia del Elba (por el río que la atraviesa)”, la ciudad es conocida por su impresionante arquitectura barroca, especialmente en el área del centro histórico
El Palacio Zwinger, la Iglesia Frauenkirche y el Castillo de Dresde son ejemplos notables de este estilo arquitectónico y, son un paisaje imperdible si visitas la ciudad, ya que obligadamente debes recorrer sus patios interiores y caminar entre ellos. Dresde al convertirse en la sede del Reino de Sajonia en el siglo XIX se vuelve un centro de numerosos museos, galerías de arte y teatros, es por esto que por ejemplo, el mismo Palacio Zwinger, alberga varias colecciones de arte, mientras que la Ópera Semper es famosa por su excelencia artística siendo el escenario de estrenos de óperas notables de compositores como Richard Strauss y Richard Wagner nada menos. La ciudad además, alberga instituciones científicas de renombre, como el Centro de Investigación de Dresde en Ciencias Biomoleculares (CRTD) y el Instituto Max Planck de Química Biofísica. (Puedes reservar un freetour en español por Dresde aquí)
La Iglesia de la Corte
Punto aparte merece lo que sucede en el siglo XX en la ciudad, ya que Dresde fue gravemente dañada durante los bombardeos aliados en la Segunda Guerra Mundial en 1945, entre el 13 y el 15 de febrero de 1945, se cree que la cifra de fallecidos rondaría las decenas de miles, pero los nazis aprovecharon propagandísticamente de vender este hecho agregando un “cero” e incrementando la cifra en una unidad y, aunque no existe un consenso claro en la actualidad, la Frauenkirche y, todos los edificios del centro de la ciudad quedaron completamente en ruinas y, se considera este hecho como un crimen de lesa humanidad por la innecesaridad del suceso (luego de que Alemania ya estuviera a punto de caer). A pesar de lo anterior, Dresde ha llevado a cabo una extensa labor de reconstrucción desde entonces y, la reconstrucción de la Frauenkirche y los edificios aledaños al centro histórico fueron especialmente simbólicos y significativos.
Por supuesto, puedes visitar de nuestros increíbles tours a estas ciudades desde Berlín, reservando tus tours en nuestra web oficial aquí.
Como ves, Alemania y, en particular los alrededores cerca de Berlín, son lugares llenos de una historia única y muy larga, muchos sucesos desconocidos para nosotros, pero de vital importancia para la historia actual, han ocurrido en todos estos sitios y, también otros hechos más reconocibles han pasado acá: ¡historia pura y lugares espléndidamente garantizados!. Si quieres tener una experiencia única y descubrir todo sobre los puntos recomendados no dudes en realizar con nosotros uno de nuestros Tours, ¡te estamos esperando!
¡La Navidad está a la vuelta de la esquina y no hay mejor manera de sorprender a tus seres queridos que con un regalo único desde Alemania!
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