El compositor y figura destacada del romanticismo francés Hector Berlioz, una vez dijo: Bach es Bach como Dios es Dios. Y parece que no fuera muy lejos de la verdad, ya que el gran maestro de Leipzig hasta el día de hoy es considerado uno del los más prominentes y reconocidos compositores de su época. Hasta tal punto que su música se extendió en las afueras de nuestro planeta. En 1977 la NASA mandó al espacio la sonda Voyager con el disco de los sonidos de la tierra incluyendo los Conciertos de Brandeburgo de Bach para que no sólo la humanidad, sino también los extraterrestres puedan disfrutar sus hermosas composiciones. ¿Pero quién fue realmente Johann Sebastian Bach? ¿Qué constituye su enorme grandeza? En este artículo te vamos a presentar las 10 cosas que deberías saber sobre este destacado compositor y músico alemán.
Una de las cosas más importantes que hay que saber sobre Johann Sebastian Bach es que provenía de una destacada dinastía de músicos. Los Bach llevaban una larga trayectoria en la region de Turingia. La familia se dividió en numerosas ramas, de tal manera que en la capital de provincia de Turingia – Erfurt en el siglo XVIII vivían 22 familias de apellido Bach. Todos se dedicaban a la musica, razón por la cual en los archivos municipales, aparece la palabra Bach cuando se refiere simplemente a los músicos. Es decir, la profesión y el apellido era un sinónimo.
El abuelo de Johann Sebastian – Christoph Bach era trompetista en la pequeña ciudad de Arnstadt. Su responsabilidad era tocar en el castillo, iglesia, pero también en bodas, bautismos y fiestas. Además, su trompeta sonaba siempre dos veces al día desde la torre del castillo. El padre Johann Ambrosius, que tenía su hermano gemelo Johann Christoph también dedicó su vida a la música, siendo el trompetista y músico municipal de la ciudad de Eisenach. Es allí donde en el año 1685 nació el más talentoso de las generaciones de los Bach – Johann Sebastian.
Johan Sebastian Bach estudió en Eisenach en la misma escuela que Martín Lutero dos siglos atrás. Luego tuvo que mudarse a la casa de su hermano Johann Christof a Ohrdruf, ya que prematuramente falleció su padre, dejando huérfanos a sus niños. Estudiando en el colegio y perfeccionando sus talentos musicales en órganos, clavecín y el violín el joven Bach copiaba en las noches las notas de grandes maestros musicales – es allí donde se dice tuvo el primer contacto con los genios compositores de esa época.
Tenía que haber sido un gran talento porque ya en año 1703, en la edad de 18 años, recibió su primer trabajo de organista en la Iglesia Nueva en la ciudad de Arnstadt. Es difícil de imaginar que los consejales contrataran a alguien tan joven solamente por el homenaje a su abuelo. No obstante la primera experiencia laboral fue difícil. Al joven Bach no le gustaba enseñar a los alumnos y muchas veces surgían discrepancias entre ellos. Se dice que uno de sus estudiantes intentó apuñalarle con estilete durante un paseo nocturno. Se mencionaba también que en el coro de los órganos lo visitó una desconocida señorita, la que probablemente fue su futura esposa y segunda prima Maria Bárbara Bach.
Algunos expertos estiman que en Arnstadt compuso la tocata y fuga en RE menor BWV 565 considerada la obra más famosa en el repertorio de órgano. La mayoría de nosotros la conoce como la música de miedo y el motivo más característico de la película de conde Drácula (esucha aquí)
Bach tenía el anhelo de conocer el trabajo de otros maestros reconocidos y aprender de los mejores. Es por eso que pidió permiso para pasar 4 semanas en Lübeck para disfrutar los conciertos del famosísimo músico danés – alemán Dietrich Buxtehude. Esta capacitación profesional se prolongó a casi 4 meses y después de su regreso a Arnstadt comenzaron las quejas sobre su forma de tocar. La congregación se confundía con las curiosas variaciones y las desconocidas mezclas de tonos. Cuando se presentó la oportunidad de postularse a la posición de organista de Mühlhausen – Bach no lo pensó dos veces. Parece que el consejo de Arnstadt no guardaba ningún rencor y ambas partes se separaron en paz.
En el año 1985, en el tricentenario del nacimiento de Johann Sebastian Bach, se erigió en la plaza principal de la ciudad una escultura moderna representando al joven compositor de 18 años. La forma como se luce causó varias polémicas entre los vecinos, ya que no trae la típica peluca y casaca, sino el pantalón abrochado en la rodilla y una sencilla camisa. ¿Cuál es tu opinión?
A Bach le tocó un mal momento al asumir el trabajo en Mühlhausen, ya que la ciudad había sufrido un grave incendio que destruyó la parte más rica de la ciudad. En estas circunstancias la música no era la máxima prioridad para los burgueses. Además, la gran parte de la comunidad comenzó a seguir una nueva corriente dentro del movimiento protestante llamado el Pietismo, el cual no le daba tanta importancia a la música en las ceremonias religiosas.
Eso junto con otros razones llevaron a Johann Sebastian Bach a buscar un nuevo trabajo en Weimar, donde le ofrecieron la responsabilidad de ser el organista de la corte del príncipe de Sajonia-Weimar Guillermo Ernesto en el año 1708. Dicen que allí tenía muy favorables condiciones para trabajar y componer más que nada la música sacra – cada 4 semanas cumplía con una cantata. Sin embargo, la función de Bach nunca fue la primera en la corte. Le superaba el director musical y el adjunto. Cuando en el año 1717 murió el duradero director Samuel Drese, Bach esperaba asumir su cargo. Lastimosamente el príncipe asignó al hijo del difunto Johann Wilhelm Drese. Bach decidió renunciar y aceptar el título de director musical en una corte de un pequeño principado de Anhalt-Köthen.
El problema fue que el duque Guillermo Ernesto tuvo que dar su permiso a este cambio. Después de varias rechazadas peticiones de Bach, el soberano se ofendió y decidió simplemente encarcelar a su desobediente organista por un par semanas en los calabazos del castillo de Weimar. Finalmente liberado, Bach asumió sus nuevos cargos en Köthen en diciembre 1717.
No es fácil encontrar una explicación lógica de porqué Bach decidió mudarse al pequeño estado de Anhalt-Köthen. El ducado desde el siglo XVI ha sido calvinista. Esta rama de protestantismo no permitía música eclesiástica y Joanna Sebastián como luterano creyente alabando el Dios por sus composiciones, tenía que enfocarse solamente en la música mundana. El duque Leopoldo de Anhalt-Köthen, un joven de 25 años, era un soberano culto, educado y a pesar el pequeño tamaño de su estado, contaba con una numerosa orquesta con 18 músicos.
Johann Sebastian Bach pasó en la corte de Köthen 6 felices años de su vida. El duque Leopoldo llevaba su preferido músico a números viajes. Después de una en Karlsbad en el año 1720 al regresar, Bach se enteró la terrible noticia. Durante su ausencia falleció inesperadamente su querida esposa Maria Bárbara dejándolo viudo con su pequeños hijos.
Del primer matrimonio de María Bárbara Bach nacieron 7 hijos, de los cuales sólo 4 llegaron a su vida adulta. La hija mayor Catalina Dorotea quedó soltera toda su vida. Wilhelm Friedemann y Carl Philipp Emanuel ambos mostraban dones musicales, y el más joven Johan Gotfried Bernhard fue la causa de muchas amarguras y tristezas para su padre .
En esta época el padre viudo con niños pequeños (la hija mayor tenía solo 12 años) no podía prescindir sin ayuda de una mujer. Un año después, en 1721 Johan Sebastián Bach se casó nuevamente. Esta vez con Ana Magdalena Wilcke una talentosa cantante soprano. Era una matrimonio en cada sentido, exitoso. La nueva esposa se hizo cargo de los hijos de Bach, le apoyaba en su vida artística y musical. Le ayudaba a copiar las notas hasta el punto que varios historiadores de música notaron que su carácter de escribir se veía igual del de Bach. Juntos tuvieron en total 13 hijos, pero sólo 6 llegaron a su vida adulta.
Algunos hicieron una espectacular carrera musical, superando en el inicio la fama de su padre. Emanuel Bach recibió el prestigioso trabajo de clavecinista del rey Federico el Grande de Prusia y le acompañaba durante sus conciertos de flauta. El más joven Johan Christian emigró a Italia y se convirtió al catolicismo. Acabó su carrera en Londres, componiendo óperas para toda la corte inglesa y siendo maestro de la misma reina. Otros tuvieron menos suerte – Wilhelm Friedman – fue conocido por la historia como borracho y plagiador. Johann Gottfried Bernhard por problemas con el alcohol y grandes deudas, abandonó su puesto de organista en Mühlhausen. Murió olvidado en Jena en 1739 después de una fuerte fiebre.
El creciente número de los hijos y la preocupación por conseguirles una educación decente llevó a Bach a buscar otro puesto de trabajo. Se abrió un vacante de director musical en la escuela de la iglesia de Santo Tomás en Leipzig después de la muerte del cantor Johannes Kuhnau. La escuela no contaba con la mejor reputación, sin embargo, la gran ventaja de este puesto era el alojamiento sin costo en el edificio escolar y la educación gratuita para los hijos.
Después de presentar un examen en 1723 Bach recibió el trabajo y quedó en este puesto hasta su muerte en 1750. La función era diferente la de músico de la corte ducal. Bach era responsable frente del consejo de la ciudad y las autoridades eclesiásticas. Sus superiores, el rector y el protector con los cuales entraba a veces en unos fuertes conflictos y discrepancias. Su responsabilidad principal era enseñar a los alumnos adolescentes canto y a tocar diferentes instrumentos musicales.
El salario básico era bastante modesto y el bienestar de la familia dependía mucho de los ingresos a partes llamados acidentia. Se trataba de acompañar con música varias ceremoniosas religiosas, entre ellas bautizos y funerales.
Eso era tan importante para el presupuesto familiar que en la carta de su amigo en 1729, Bach se quejaban de que el aire era tan bueno que perdió casi 100 taleros por pocas sepulturas que se organizaron.
En Leipzig, Bach compuso la mayor parte de su increíble legado. Aparentemente en el mismo año en que pocas personas perecían, tuvo la oportunidad de componer su obra maestra – la Pasión según San Mateo (escucha aquí)
Murió en el año 1750 tras una fracasada operación oftalmológica. Después de una exhumación, fue sepultado en la iglesia de Santo Tomás. Hoy en día es un lugar de peregrinación de los músicos de todo el mundo que quieren ver su tumba (ve el video sobre Leipzig musical).
Una de las historias más famosas de la vida de Johan Sebastián Bach era el duelo musical con el clavecinista francés Luis Marchand. Fue el compositor de Rey Sol Luis XIV y el organista de Versalles considerado el mejor músico de sus tiempos. Durante su visita a la capital de Sajonia Dresde el maestro de capilla de la corte de príncipe elector Augusto Volumier salió con la idea de un duelo musical entre Marchand y él más talentos músico germano – Johann Sebastian Bach.
Al soberano le gustó la idea de tal manera que hasta preparó una cantidad de taleros para el ganador. Según las fuentes alemanas todos los invitados con Bach a la cabeza, estaban esperando a Marchand en la casa del ministro Fleming, pero el francés nunca se presentó. Se supone que se había ido en la mañana como si tuviera miedo de enfrentarse con el gran genio de Leipzig. Es difícil de comprobar la veracidad de esta historia. ¿Tal vez los músicos alemanes querían mejorar su ego frente la obvia dominación de la música y cultura francesa?
Ambos nacieron en el mismo año 1685 y a los dos se describe como los más influyentes compositores alemanes de la música occidental. Durante toda su vida Bach quería mucho conocer la musical de Händel. No se traba de ninguna rivalidad, sino simplemente de ganas de escuchar otro maestro para así aprender nuevas melodías y técnicas. La carrera internacional de Georg Friedrich Händel comenzó en 1710 cuando se convirtió en el maestro de capilla del príncipe elector de Hannover Jorge, que en 1714 se convertiría en Jorge I de Gran Bretaña. Le acompañó al soberano a Londres componiendo exitosas óperas asumiendo el papel del director en Royal Academy of Music. Todos conocemos su famoso tema de Mesías (escucha aquí) o la música de la Champions Ligue basada en la obra de Händel.
Los dos nunca se conocieron. Bach estando en Köthen en 1719 emprendió un viaje a Halle la ciudad natal de Händel situada solamente a unas millas de su entonces hogar. Desafortunadamente, al momento del llegar, Händel ya se había ido. Segunda vez, cuando Händel volvió de Londres a Halle, Bach se encontraba enfermo. Mandó solamente a su hijo Wilhelm Friedman para invitar el gran músico de Halle a Leipzig. Lastimosamente, Händel no pudo honrar la invitación. Tercera vez, cuando Händel regresó a Alemania, Bach ya había fallecido y los dos nunca tuvieron oportunidad de encontrarse.
Otra famosa historia relacionada con la vida de Johan Sebastián Bach es la visita en la corte de Federico II el Grande de Prusia. El encuentro tuvo lugar en la residencia real de Sanssouci, en Potsdam, debido a que el segundo hijo de Bach, Carl Philipp Emanuel, estaba empleado en la corte real como clavecinista. El rey Federico, gran aficionado a la música (lee nuestro artículo) quería mostrar a Bach todos los órganos e instrumentos musicales. El gran maestro de más de 60 años aparentemente apreció el sonido de los órganos de la Iglesia de la Guarnición. Luego el rey pidió a Bach que improvisara usando diferente temas que le tocaba el soberano en la flauta. Después de regresar a Leipzig Johann Sebastian Bach le compuso al Federico II un conjunto de piezas basadas en éstos temas que se conocen hoy como la Ofrenda musical, BWV 1079.
Cuesta mucho creer, pero después de la muerte de Johann Sebastián Bach realmente pocos conocían su impresionante legado. Parcialmente, porque la mayoría de las obras permanecieron en forma de manuscritos con los hijos de Bach, o dispersos en los archivos privados o escolares.
Por otra parte, la temática de muchas obras de Bach no coincidía con las nuevas corrientes religiosas dentro del protestantismo. Los profesionales músicos como Mozart o Beethoven tenían contacto con la música de Bach, pero la mayoría del público desconocía sus composiciones. Tuvo que pasar cierto tiempo para que la música de Bach se volviera atractiva para los oyentes.
Varios contribuyeron a resucitar el legado musical del maestro del Leipzig; sin embargo, el que jugó un papel primordial en este proceso fue Felix Mendelssohn Bartholdy. Cuenta la leyenda que Mendelssohn viajó con a su madre a Leipzig. Durante la estancia en la ciudad la acompañó a hacer las compras con el carnicero local. Grande fue su sorpresa cuando vió los frescos cortes envueltos en un papel con notas musicales. Mendelssohn se dió cuenta de que se trataba de las obras originales de Bach. Corrió a ver al carnicero, quien le explicó que había encontrado muchos papeles como aquellos en un ático que acababa de alquilar.
El joven músico decidió comprarle el resto del lote antes de que fuera demasiado tarde. Quedó impactado por el ingenio de Bach y junto con la Sing-Akademie berlinés (Academia del Canto de Berlin) decidieron presentar de nuevo su legado. En 1829 se organizó por la primera vez desde 1750 el concierto de la Pasión según San Mateo. El joven Mendelssohn de 20 años dirigió la orquesta y un coro de más de 400 personas. El evento fue un gran éxito y ayudó significativamente a popularizar las composiciones de Johann Sebastian Bach entre las nuevas generaciones alemanas.
Después del concierto, Mendelssohn aparentemente habria dicho: Es el destino que sea yo, un judío, quien dé a conocer al mundo la obra más grande de la música cristiana.
Aquí termina nuestro post sobre las 10 cosas que deberías saber sobre Johann Sebastián Bach. ¿Qué opinas de su vida? ¿Lo consideras el más grande músico del mundo occidental?
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