Alemania

Qué ver en Ratisbona – 10 lugares que no te puedes perder

Qué ver en Ratisbona ¿Por qué Regensburg?

Regensburg – conocido también en español como Ratisbona es una de las ciudades más antiguas de Alemania. Situada al norte de Múnich, cerca de Núremberg, no queda lejos de Pilsen y Praga en República Checa o del Linz austríaco. Sin embargo, no es solo la ubicación que hace de esta ciudad un destino turístico muy atractivo. ¿Aún tienes dudas? Te vamos a señalar algunas razones más, por las cuales valga la pena visitar a Ratisbona.

  • La ciudad cuenta con vestigios de la época romana del reinado de imperador Marco Aurelio. Junto con a la Porta Nigra de Tréveris constituyen uno de los dos monumentos mejores preservados y antiguos de toda Alemania.
  • Es la ciudad más grande medieval del país, con más de 1000 edificios originales. Además, no sufrió mayores daños durante la Segunda Guerra Mundial. Es una rareza entre las ciudades grandes alemanas.
  • Finalmente, ubicada en la confluencia del río Danubio y Regen cuenta con un espectacular puente de piedra considerado la obra maravilla de ingeniería civil medieval.

Cabe mencionar también su ambiente único de estrechas calles, plazas encantadoras y por supuesto una excelente cerveza bávara! ¿Ya te persuadimos? Déjanos entonces llevarte a Ratisbona. En este blog te vamos a presentar los 10 lugares imperdibles que debes  visitar en esta preciosa ciudad bávara.

1. Catedral de San Pedro de Ratisbona

Domplatz 1

Catedral Ratisbona que ver

El incuestionable número uno, en nuestra lista que ver Ratisbona ocupa la Catedral de San Pedro. Se trata de una majestuosa obra de arquitectura gótica. Su construcción comenzó en año 1273. Fue la época dorada de Regensburg. Gracias a su favorable ubicación, la ciudad se transformó en un importante y próspero nudo de varias rutas comerciales. Ahora te puedes preguntar por qué la construcción empezó en el año 1273? Porque fue cuando la ciudad sufrió un gran incendio, que afectó la antigua catedral. Esto permitió comenzar con el nuevo proyecto que reflejara el estatus y las ambiciones de los ricos burgeses.

Lo más interesante es, que la historia de la catedral comienza en los tiempos mucho más remotos. Las fuentes históricas atestiguan de los 3 santos misioneros, que en los siglos VII – VII predicaban la palabra del Dios entre los paganos. Sus nombres fueron Ruperto, Emerano y Erardo. El último, de origen escocés, se convirtió el primero obispo de Ratisbona en el año 739.

Un detalle perturbador

Primeramente, vale la pena admirar la catedral desde afuera. La mejor vista es desde la plaza, donde se encuentra la estatua ecuestre del rey Luis I de Baviera. En la nave sur construída de arenisca y caliza destacan varios contrafuertes adornadas con gárgolas fantásticas. En sus partes inferiores, donde aparecen los grupos de figuras bíblicas, encontrarás algo realmente curioso y perturbador a la vez.

Una marrana amamanta con sus mamas, tres hombres con gorras puntiagudas. Fue un motivo muy popular en Alemania medieval llamado Judensau (cuya traducción es ‘cerda judía’). Es una representación iconográfica en el arte cristiano, cuyo objetivo fue despreciar a los judíos. La comparación con una cerda era una cínica humillación, ya que según las creencias hebreas la carne porcina es considerada impura y un tabú alimenticio. Hasta el día de hoy se puede encontrar muchas representaciones de Judensau en diferentes iglesias y capillas alemanas. En Regensburg, el lugar para ridiculizar y consolidar los prejuicios contra la gente de otra fe no era aleatorio. En la época medieval, justamente al frente de esta escena se encontraba la entrada al barrio judío

Una experiencia conmovedora tomando en cuenta la posterior ideológica nazi y antisemitismo repugnante que predicaban.

En segundo lugar, no puede faltar la visita a los interiores. Una vez dentro gracias a la decoración se siente el ambiente religioso muy profundo. La mística penumbra combina con la luz natural, que entra por las hermosas vidrieras iluminado varias esculturas, bóvedas y el altar. Solo para recordar: la catedral no sufrió daños durante la Segunda Guerra. El visitante tiene una de las pocas oportunidades en Alemania de disfrutar las vidrieras originales medievales del siglo XIII. ¡Contemplar la obra de los maestros antiguos es una maravilla que no tiene precio!

2. Porta Praetoria

Unter den Schwibbögen 2

2. porta praetoria jpg

Saliendo de la catedral nos dirigimos al número 2 en la lista de lugares, que merece la pena ver en Ratisbona. Se trata de la famosa Porta Praetoria – los impresionantes relictos de la época romana. Durante la expansión del imperio, entre los años 79 – 81, los romanos establecieron el pequeño poste militar. Un siglo después, durante el reinado de Marco Aurelio, se decidió construir una importante fortaleza amurallada llamada Castra Regina. Lo que ha quedado a nuestros tiempos es un fragmento de la puerta que daba hasta el Danubio.

El río formaba parte de la frontera del imperio que separaba la civilización y la barbarie. El nuevo fuerte se convirtió en la guarnición para el Legio III Italica (Tercera legión «italiana»). ¡Estamos hablando de 6000 hombres de infantería más un centenar de caballería pesadamente armada! Parece increíble, pero desde el nivel de la calle hasta arriba, la torre mide 11 metros de altura. Los historiadores estiman que añadiendo la construcción del techo podía llegar hasta 20 metros! Los romanos estuvieron presentes en la ciudad hasta siglo V, cuando durante la migración de pueblos llegaron otras etnias y las tribus paganas.

3. El puente de piedra

Steinerne Brücke

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Construido entre los años 1135-1146 es un verdadero ícono de la ciudad considerado una obra maestra de ingeniería. En esos tiempos viajar por negocios era difícil y peligroso. Como consecuencia, los comerciantes buscaban travesías seguras y confiables, que les permitieran cruzar los ríos sin problemas, especialmente después de las fuertes lluvias o deshielos. Ratisbona se encontraba en el apogeo de su florecimiento económico y fue la única ciudad que podía costear una inversión de esta magnitud. Siguiendo la lógica que los ricos sé hacen más ricos, la construcción del nuevo puente incrementó el tráfico de comerciantes y peregrinos. Con los ingresos del peaje aumentó la riqueza de la ciudad.

El puente de piedra mide 310 metros y está compuesto de 15 arcos. Vale la pena dar una caminata al otro extremo. El barrio, situado del otro lado de Danubio, se llama Stadtamhof. Durante los siglos era una municipalidad diferente, fuera de la administración de Ratisbona. La única excepción fue el Hospital de Santa Catalina (St. Katharinenspital). En el medievo servía para cuidar los enfermos y ansíanos, siendo una enclave de la ciudad en el otro lado del río. Actualmente, sigue con las mismas actividades, ofreciendo además una cerveza artesanal. Se puede  disfrutarla sentados en la terraza y mirando el río.

Una leyenda peculiar

En medio del puente encontrarás la estatua de un hombre sentado en un techo dirigiendo su mirada hacia la catedral. Es conocido como el Bruckmandl, que quiere decir, el hombrecito del puente en el dialecto bávaro. ¿Qué simboliza este personaje? Según la leyenda, representa el arquitecto del puente, que supuestamente hizo una apuesta con el constructor de la catedral, quien primero va a llevar al cabo su obra. Un hecho muy dudable considerado los datos históricos. El puente fue acabado en el 1146, en cuanto la construcción de la catedral comenzó 1270. Sin embargo, no todas las leyendas tienen que cuadrar perfectamente con las crónicas históricas
Dicen que las obras de la catedral avanzaban mucho más rápido que las del puente. El arquitecto decidió pactar con el diablo, para que le ayudara ganar en esta rivalidad. Aun así, el satanás, le demandó en cambio, las 3 primeras almas, que cruzarán el puente. Unos días antes de la inauguración, nuestro arquitecto comenzó a sentir los fuertes remordimientos. En frente de la procesión iban a caminar destacados ciudadanos, tales como el obispo, el alcalde y los concejales. Decidió solicitar ayuda de un cura.

Durante la confesión, el sacerdote, le hizo entender que en la apuesta, no se había estipulado que las tres almas, tienen que ser las almas humanas. Por lo tanto, antes de la inauguración, el puente cruzaron el gallo, el burro y el perro. El diablo enfurecido quiso destruir la obra. El arquitecto tuvo que “taparla” con su propio cuerpo, impidiendo al satanás salirse del infierno. Por eso en el lugar donde se encuentra la estatua se puede notar ea un pequeño abultamiento. Parece interesante la leyenda, con ciertas similitudes con la catedral de Múnich.

4. Historische Wurstkuchl

Thundorferstraße 3

4. historische wurstkuchl jpg

Una perfecta coronación de la caminata y exploración del puente es la famosa Historische Wurstkuchl. Supuestamente, era la cocina y comedor para los obreros contratados para la construcción el puente. El edificio del restaurante es muy pequeño y cuenta realmente con solo par de mesas. Te recomendamos pedir la salchicha de parrilla, con la típica col fermentada, mostaza dulce y el cruasán Kipferln y comerlo en los mesas situadas afuera. Desde allí se puede disfrutar una hermosa vista al puente, el río Danubio y el edificio de Salzstadel.

Él último viene de la época cuando por el puente pasaban numerosos comerciantes con sus valiosas mercancías. Uno de los productos más deseados era sal – el oro blanco usado más que nada para preservar comida. El edifico Salzstadel servía como unas bodegas cómodas, donde de inmediato podían almacenar sus productos. Vale la pena entrar en la parte de abajo para conocer más datos sobre el puente que en el año en 2006 fue escrito en la lista de patrimonio de la humanidad de la UNESCO.

5. Casa de Juan de Austria

Kramgasse

casa juan de austria Ratisbona que ver

Nuestra siguiente parada en la lista de los lugares, que debes visitar en Ratisbona, se encuentra en la zona de casco antiguo. Caminado por las estrechas calles medievales encontrarás la casa, donde nació uno de los más valientes y destacados comandantes militares españoles – Juan de Austria. El famoso conquistador de Túnez, pacificador de la Rebelión de las Alpujarras y el héroe de la batalla de Lepanto fue un fruto de amor de Carlos V y la joven burgesa Bárbara Blomberg. Se conocieron cuando el emperador del Sacro Imperio Germano y Rey de «las Españas» acudió a la Dieta Imperial en la ciudad.

La trayectoria de Juan, el hijo ilegítimo del monarca, es realmente fascinante. Quizá en este blog no es la hora y lugar de alabar sus famosas hazañas, pero cabe resaltar que Jeromín de Leganés, como lo llamaban de niño, siempre ocupa un lugar muy alto en los rankings de los españoles más importantes de la historia. En Alemania es menos concido. No obstante, aunque dejó a Ratisbona y dedicó su vida al servicio de su medio hermano Felipe II, los ratisbonenses no ha olvidado del gran hijo de su ciudad. Cerca del ayuntamiento le patrocinaron un monumento. Además, en su casa natal podrás contemplar la placa conmemorativa de la victoria de Lepanto de 1571. Fue regalada por habitantes de Naupacto, que es el nombre actual en griego de esta localidad. Esta batalla marítima reforzó la hegemonía cristiana en el Mediterráneo y acabó con el poderío de la flotilla del Imperio otomano.

6. El ayuntamiento

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Ayuntamiento Ratisbona que ver hacer

He aquí en la sexta recomendación; el ayuntamiento de Regensburg. Construido en diferentes estilos arquitectónicos, confirma la riqueza e importancia de Ratisbona en la época de la ciudad libre imperial. En los interiores se organizaba las sesiones de las Dietas Imperiales. Una de estas, convocada en 1663, se hizo la más famosa. Por las discrepancias políticas nunca fue oficialmente cerrada. Esto significaba que formalmente los delegados seguían debatiendo, la razón por la cual la se la conoce como la Dieta Perpetua o la Dieta Eterna. La sesión duró más de 143  años! Fue cerrada justamente con la abolición del Sacro Imperio Romano Germánico en 1806.

En la planta baja del edificio se encuentra la oficina de la información turistica. Se puede adquirir las entradas allí. Está permitido hacer la visita solamente con la compañía de una/un guía. Nos decidimos por esta opción, aunque el tour fuera solamente en alemán. Queríamos visitar los interiores para sentir el ambiente histórico y ver la antiguas salas de tortura. Desafortunadamente, no estaba disponible en las fechas de diciembre. Puedes consultar los precios y horarios aquí.

7. La Cervecería Kneitinger

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Una de las experiencias inolvidables en Alemania y en Baviera en particular es la visita en una cervecería local. Nosotros optamos por la Brauerei Kneitinger situada en la Arnuflplatz. Es un lugar super tradicional, que lleva una larga trayectoria de fabricación la cerveza (desde el año 1530). El restaurante está dividido en varias salas. En la entrada hay también mesas altas, donde parado puedes disfrutar tu caña, por si en el momento no se encuentran los lugares disponibles.

Kneitinger ofrece 6 tipos diferente de la cerveza, entre ellas oscuras, de trigo y sin alcohol. Nosotros pedimos la clásica Heller Hans, la cerveza clara muy rica con ligero toque de malta y frutas. Obviamente, fue acompañando por los clásicos de la comida bávara – Halbe Hintere Schweinshaxn – el codillo de cerdo con el col fermentado, salsa de carne y un tipo de ñoqui bávaro.

 

8. El Museo de la Historia Bávara

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Se trata de un edificio nuevo, abierto la publico en el año 2019. Entrando llama la atención el extravagante diseño con grandes paredes de vidrio. Dentro te vas a sumergir en la historia moderna de Baviera. La exposición comienza con la fundación del reino en el año 1806. En las siguientes salas te muestran los mementos más importantes de la historia de la región: el reino Luis II de Baviera, conocido por su personalidad inestable, aficionad al ópera y amante de arquitectura extravagante, la revolución industrial o la llegada al poder del partido nacionalsocialista. La visita en el museo es una buena idea para aquellos, que quieren conocer la historia de estado libre de Baviera y de su particularidad entre las otras regiones alemanas. Recomendado. La entrada cuesta 7 euros y están disponibles los audioguías en inglés, italiano o francés.

9. El Pabellón de la Liberación en Kelheim

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El penúltimo punto en nuestro blog ocupa la Sala o el Pabellón de la Liberación en Kelheim Es una municipalidad alejada del centro de Ratisbona en aproximadamente 25 km. Es un lugar sumamente bonito, situado en una colina boscosa con unas hermosas vista al río Danubio. El Pabellón conmemora el esfuerzo militar de diferentes paises de habla alemana en su común lucha contra las ocupación de ejército francés de Napoleon Bonaparte. Esta construcción tiene mucho que ver con el reinado de Luis I de Baviera. Era la época de romanticismo – un corriente muy popular entre poeatas, gobernantes e intelectuales. El Pabellón fue construido entre los años 1838 – 1848 y glorifica diferentes provincias germánicas. En los interiores se puede encontrar las estatuas de los importantes generales y mariscales de este periodo. Más que nada los militares prusianos como Blücher, Gneisenau, Scharnhorst y el rey Federico Guillermo III . Subiendo las escaleras desde el mirador panorámico se puede disfrutar el escénico paisaje de bosques, pueblos y el río Danubio

 

10. El museo histórico de Regensburg

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Nuestra lista de las atracciones turísticas de Ratisbona cierra el museo histórico. Este punto se lo recomendamos a todos, los que les encanta la historia, con un fuerte enfoque al legado del imperio romano. La gran parte de la exposición se encuentra en el antiguo convento de la Orden de Frailes Menores. Están disponibles los audios guías en inglés, alemán, italiano y checo. Al largo de exposición se muestra diferentes aspectos de la vida durante la época romana con modelos de casas, baños, murallas y armas.

Lo que nos llamó más la atención fue un tipo de embudo pequeño de madera usado por los romanos como “biberón” para los bebes. Vale la pena admirar la maqueta de Ratisbona medieval, enterarse de varios gremios artesanales y  ver una amplia colección de obras del arte. La exposición muestra diferente etapas de la trayectoria de la ciudad hasta la actualidad. Recomendado para los aficionados de la historia.

Qué ver en Ratisbona: Resumen

Con esto terminan nuestras recomendaciones. Indudablemente, la ciudad cuenta con otras iglesias, monasterios y torres medievales. Vale la pena admirar el recinto de monasterio de San Emerano con el palacio de la familia Thurn und Taxis. La ciudad es realmente preciosa y se lo recomendamos a todos, los que quieran experimentar un ambiente típico medieval, alemán-bávaro con vibrante vida estudiantil y rica cerveza, ¿Qué más se puede pedir visitando Alemania? Es una opción excelente para excursión de un día de Múnich. Puedes también consultar nuestro blog sobre Augsburgo ¡Que disfrutes!

 

 

Maciej Wronecki

Politólogo y apasionado por la historia, arte y cultura europea, fundador de Viadrina Tours.

Comentarios

  1. Muchísimas gracias. Muy interesante. Voy a visitar todo lo que ustedes han recomendado.

    • Nos da gusto que sean de ayuda nuestras recomendaciones de viaje. Baviera es una región encantadora, que cada rincón merece ser visitado.

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